Bunny Lake Is Missing es tenida hoy por una de las mejores películas de Otto Preminger, aunque en su momento (se estrenó a primeros de 1966) fue vapuleada por la crítica y más bien ignorada por el público.
Y eso que es un filme excelente, una historia de intriga y tensión psicológica protagonizada por una niña (Bunny) que desaparece misteriosamente de su guardería londinense. Su madre (Carol Lynley) se desespera cuando todas las pruebas parecen indicar que la niña en cuestión es una invención suya y nunca ha existido. Eso es lo que llega a pensar el superintendente Newhouse (¡el gran Laurence Olivier!), hasta que la apariencia normal del hermano (Keir Dullea, el de 2001) de la joven madre se resquebraja y desvela un terrible desequlibrio psíquico. En realidad, Bunny existe, y lo que pretendía su tío era hacerla desaparecer del mundo real, pero era la madre la que resultaba sospechosa y no él. Ahí reside el mensaje del argumento: las apariencias engañan y a veces las cosas no son como parecen.
Bunny Lake Is Missing es una película absorbente. Oscura, atemorizante, con un suspense complejo y hasta poco comercial, la película es un 'thriller' tan magnífico como poco conocido. Cuando Preminger lo rodó ya no estaba en su etapa más popular. Pese a las soberbias interpretaciones de Olivier (Newhouse es casi lo mejor de la película), los protagonistas y todos los secundarios (con Sir Noel Coward y Martita Hunt entre ellos), el resultado global pudo ser un poco indigesto para el gran público. No para nosotros, pues nos encanta desde principio y fin. Y, como salen un poquito Los Zombies cantando 'Just Out Of Reach', pues mejor que mejor. Atentos y atentas, porque suelen programarla en las cadenas de pago especializadas en cine.
Escrito por Equipo de Pop Thing el 7 de Octubre de 2000 · 01:36 PM
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