En septiembre de 2017, Peter Staples publicó su versión de la historia de Los Troggs. Lo hizo modestamente, en una pequeña editorial que se llama New Haven Publishing Company Ltd. En la introducción, Peter se mostró sencillo y humilde, apuntando que había leído biografías sobre otros grupos y creía que también él podía hacerlo. La humildad de Staples le impidió mencionar que su contribución era más importante de lo que parecía: Reg Presley murió sin escribir sobre Los Troggs, Ronnie Bond falleció también hace años y Chris Britton no parece interesado en aportar sus recuerdos. Lo que esto significa es que, con todas sus limitaciones, el libro de Peter lo más parecido a una biografía oficial del cuarteto de Andover. Es verdad que Alan Clayson publicó The Troggs Files en el año 2000, pero la peculiar forma de escribir de este autor hizo que su libro se resintiera considerablemente. Staples es más directo.
Si Clayson divagaba mucho y diluía el relato, Peter Staples va a lo importante desde la primera página. Muchos de estos libros biográficos son cronológicos y comienzan con la infancia del protagonista, para luego dar paso a la adolescencia y a la formación de grupos previos que luego dan paso al grupo principal. Peter ha hecho lo mismo, pero como de la historia de Los Troggs se sabía más bien poco, cada página acaba siendo una revelación. No, el éxito no les llegó por casualidad, llevaban muchos años tocando y el grupo surgió de la unión de las dos mejores bandas de Andover, que ya eran populares en la zona del West Country, Hampshire. No, tampoco eran cuatro patanes con pocas luces que se pasaban el día soltando tacos: Reg Presley era espabilado y tenía ideas muy claras sobre cómo tenían que ser Los Troggs, mientras que Chris Britton, un chaval de colegio privado, aportaba un poso cultural muy interesante. Peter reconoce que la unión con Larry Page benefició a Los Troggs y les dió la oportunidad que necesitaban, pero insiste en que el grupo sonaba como sonaba porque ellos querían que fuese así y tuvieron cierta libertad en los estudios de grabación, además de la complicidad de varios técnicos e ingenieros de sonido.
Según Peter, a Los Troggs les pasó lo que a tantos otros grupos de éxito en los años sesenta: que empezaron como amigos hasta que la convivencia constante y las dudas sobre el estado de las finanzas hicieron que se creasen bandos opuestos. En el caso de Los Troggs, esto empezó a gestarse en 1968 -cuando terminaron los éxitos de ventas- y culminó en 1969, con la expulsión del propio Peter, que había tenido el atrevimiento de preguntar dónde se estaba yendo el dinero que ganaban. Sí, Los Troggs también fueron uno de esos casos en los que cada miembro recibía un correcto sueldo semanal y confiaba en que el resto de ganancias netas se estuviese acumulando en alguna cuenta bancaria. No acabaron arruinados, pero tampoco recibieron todo lo que les correspondía. En el caso de Peter, lo que pudo ahorrar tuvo que usarlo para pagar deudas pendientes con el fisco británico, de las que él no supo nada hasta el momento de su expulsión. Tuvo suerte de tener algo para saldarlas.
¿Acabó Peter amargado por su suerte? Ni hablar de eso. Lo confiesa en su Wild Thing. A Rocky Road: es un hombre feliz, con un matrimonio que se acerca a las bodas de oro y rodeado de hijos y nietos. Con sus necesidades cubiertas con los ingresos de trabajos ajenos a la música, Staples ha seguido en contacto con todo lo que tiene que ver con Los Troggs y da la impresión de disfrutar de la vida sin grandes alborotos. También se nota que se lo ha pasado bien escribiendo este libro, corto y sencillo pero intenso y repleto de información de la buena y de estupendas fotografías de su colección. ¡Muy bien hecho, Peter Staples!
Escrito por Equipo de Pop Thing el 3 de Noviembre de 2018 · 01:21 PM
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