La película que inauguró nuestra sección de cine italiano fue, como sabéis, la magnífica La chica de la maleta, un filme de Valerio Zurlini, protagonizado por Claudia Cardinale. Pues bien: por mera casualidad, resulta que la segunda película que pasa a engrosar la lista de nuestras pelis italianas favoritas de todos los tiempos también está protagonizado por la bella Claudia. Hablamos de Celos a la italiana o, si atendemos al título original, de Il magnifico cornuto.
Director: Antonio Pietrangeli.
Estudios: Sancro Film (Italia).
Protagonistas: Ugo Tognazzi, Claudia Cardinale, Gian María Volontè.
Formato: Blanco y negro.
Duración: 120 - 124 minutos.
Reeditada: Sí, en DVD (España, 2004).
Nada menos que nueve películas y tres años llenos de trabajo separan las dos películas de Claudia Cardinale. Pese a haber demostrado de sobra su valía en papeles dramáticos, Claudia no había podido quitarse de encima la etiqueta de 'sex - symbol', cosa que le vino muy bien al director Antonio Pietrangeli. Pietrangeli era un regidor que había ido derivando poco a poco del neorrealismo de los años 50 a la comedia costumbrista (primero) y a la comedia a la italiana (después, a comienzos de los 60). Nunca perdió su interés por la satira social y tampoco lo perdió por el desarrollo de los personajes femeninos, algo que había comenzado a hacer desde su primer film, Il sole negli occhi (1953). En Celos a la italiana, Pietrangelo quiso denunciar, de forma divertida, la decadencia de la alta burguesía de la Italia de provincias, una clase social aburrida y estancada que se entregaba a la infidelidad matrimonial para sentirse viva, para tener algo de lo que hablar.
El argumento es sencillo: Andrea (Ugo Tognazzi) está casado con María Grazia (Claudia Cardinale). Él lleva un negocio familiar, ella es una joven esposa que quiere a su marido y que es la envidia de toda Brescia. Rehuye cualquier tipo de proposición impertinente porque es feliz con Andrea. Andrea también lo es, pero decide ser infiel a María Grazia porque todos los hombres de la ciudad se comportan así. Pasada la experiencia, se arrepiente, pero los celos empiezan a consumirle: si él ha sido infiel, si todos lo son, María Grazia también tiene que serlo. Y si no da señales de haber caído en la tentación, tiene que ser porque lo oculta con esmero. A partir de ahí, Andrea, atormentado, persigue a su esposa hasta que ella le confiesa algo que no ha hecho. ¿O sí? ¿Se lo pensará María, después de todo?
'Celos a la italiana' es una comedia sólida, a la que dan peso sus dos protagonistas y su punto de crítica social. Tognazzi se muestra entre prepotente, atolondrado y desvalido. La Cardinale se limita a estar y sonreír, que es más que suficiente para el papel que le toca, aunque no hace justicia a su talento. Lo que sorprende y confunde un poco es que el director explote tanto la belleza física de Claudia, cuando no era necesario hacerlo (salvo si Pietrangeli buscaba ir más allá de la comedia y quería explorar otros géneros). La guapa Michèle Girardon (la fugaz amante de Andrea) tiene un papel similar al de Claudia y, por fin, Gian María Volontè vuelve a hacer de entrañable secundario de lujo. Por si todo esto fuera poco, el retrato de la Brescia de 1964 es impagable: Alfa - Romeos, fiestas en el casino, los empleados frente a los patrones, la Italia gris de provincias de la que trata de escapar la burguesía local... ¡la ambientación es casi un personaje más!
Escrito por Equipo de Pop Thing el 5 de Julio de 2006 · 03:32 PM
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